sábado, 2 de mayo de 2015

Jordanes y la emigración y fama de los godos.





JORDANES Y LA EMIGRACIÓN Y FAMA DE LOS GODOS

Jordanes es el primer historiador que ha escrito la historia de una estirpe germánica: la de los godos. Se remonta a su patria imaginaria: Götaland, el sur de Suecia, y sigue su emigración comenzando por la llegada de los godos a las bocas del río Vístula.

Hay que notar que el estímulo que llevó a Jordanes (1), recopilador y epitomizador de la Gothorum historia de Casiodoro, compuesta entre 526 y 533, y denominada Getica en el resumen de Jordanes que sería terminado lo más tarde el 552, a escribir su obra fue que el trasiego con pueblos extranjeros del decadente Imperio Romano de Occidente y del incipiente Imperio Romano de Oriente o Bizantino hacía necesario escribir la historia de estos pueblos, entre los cuales destaca el más famoso de todos: el de los godos, el cual va a dejar huellas indelebles en la historia de nuestro país España y justamente fueron ellos quienes hicieron que se constituyese la primera unidad política de la Península Ibérica con su centro de decisión en ella. No hay que olvidar que la Hispania Romana jamás constituyó una unidad política en sí misma, sino unas provincias dependientes de la capital del Imperio: Roma.

De la fama de los godos es prueba un documento del Medievo sueco; la Gutasaga (2), en la que se recogen diferentes estratos temporales de la historia de la isla de Gotland y que se data en el siglo XIII. Aquí hay que puntualizar que los godos no emigraron al continente desde esta isla, sino desde el sur de la Península Escandinava, es decir, desde Götaland. En la Gutasaga (3) a la que aludimos se narra el nacimiento de tres hermanos en la isla de Gotland y al no haber víveres suficientes para alimentar a los habitantes de las tres porciones en que han dividido la isla echan a suertes quién se debe quedar y los dos que deben emigrar, los cuales llegan a Bizancio por Rusia. Esta leyenda es un eco de la emigración de los godos en Jordanes. Los tres hijos de Haude (Gute, Graip y Gunnfjann), quien a su vez era hijo de Tjälvar, el héroe civilizador de la isla Gotland, encuentran un paralelo en Tácito, Germania II, 3, donde el historiador romano dice que los poemas de los germanos se refieren a Mannus, hijo de Tuisto, el cual era antepasado de su nación y que había tenido tres hijos, los cuales habían dado nombres a las estirpes germánicas: Ingaevones, Herminones e Istaevones. Por otra parte, Heródoto, I, 94, habla de que el rey de los lidios echó a suerte quién debía quedarse en el país y quién debía emigrar. El grupo que partió, el cual estaba capitaneado por el hijo del rey lo hizo por Σμύρνη (Esmirna), donde construyó barcos, y tras un largo periplo llegó al país de los umbros (Umbría), donde fundó ciudades y cambió su nombre por el de tirrenios. Se puede observar por tanto que hay un fondo histórico común a estas narraciones legendarias de emigraciones de pueblos. En la sección segunda de la Gutasaga se regulan jurídicamente las relaciones entre los habitantes de la isla de Gotland y los suecos. Los habitantes de Gotland se ponen bajo la protección del rey de Svea y le pagan tributo anualmente. En la tercera sección se narra la venida del rey Olov el Santo. La cuarta sección trata de la penetración del cristianismo en Gotland con la consiguiente construcción de iglesias mientras que en la quinta se habla de la regulación del derecho eclesiástico en Gotland y de su unión con el obispado de Linköping. La sexta y última parte versa sobre las regulaciones jurídicas en lo que atañe las relaciones con el rey de Suecia. Resumiendo, la Gutasaga pone como causa de la emigración el que el incremento de la población impedía que se pudiese alimentar a todos y entonces se echa a suerte quién debía emigrar; la consecuencia de la emigración es la difusión de la ley de los godos fuera de las tierras escandinavas. Existe, pues, un intento de racionalización tras la leyenda. La emigración de los godos desde la patria escandinava ha sido siempre un punto de discusión (4).

Es evidente que la proveniencia escandinava de los godos que llegaron a España ha dejado huellas en la historia del pensamiento y en una afirmación goticista de la monarquía hispana (5). Como es sabido, la rama de los godos que llegó a España fue la occidental: los visigodos o “godos occidentales” (6).

Por parte sueca hay toda una serie de obras que ensalzan Suecia, la gente de los godos y su misión histórico – universal así como esta monarquía escandinava: Olaus Magnus, Historia de gentibus septentrionalibus (Roma, 1555), Nicolaus Petraeus, Cimbrorum et Gothorum origines (Leipzig, 1695), las diversas obras de E.J. Björner, Prodromus tractatuum de geographia Scandinaviae veteri (Stockholm, 1726), Nordiska Kämpadater (Stockholm, 1737), Introductio in Antiquitates Hyperboreo Goticas (Stockholm, 1738), Specimen histórico geographicum (Stockholm, 1741), Schediasma histórico geographicum de Varegis (Stockholm, 1743), y A. Nordencrantz, que se ocupó de la caída de la monarquía gótica en Hispania en la obra En kort historisk beskrifning, om the rätta orsakerna til göthiska rikets undergâng i Spanien, och det närwarandes tillstånd (Stockholm, 1734).

De esta manera los godos han desempeñado un papel muy importante en la historia del pensamiento político tanto de Suecia, su país de origen, como de España, su última etapa, que nunca hay que olvidar que debe su primera unidad política a un pueblo germánico que provenía ciertamente de una zona muy alejada desde un punto de vista geográfico, pero que hay que tener muy presente para considerar los orígenes políticos de la nación española.


(1) Sobre este autor véase nuestros artículos J.M. ALONSO NUÑEZ, “L´historien Jordanes comme source de l´histoire de la Péninsula Ibérique”, in Revue Belge de Philologie et d´Histoire LIX (1981) pp. 147-149; J.M. ALONSO NUÑEZ, “Jordanes on Britain”, in Oxford Journal of Archeology vol.6 n°1 (March 1987), pp. 127-129. J.M. ALONSO NUÑEZ, “Jordanes and Procopius on Northern EUrope”, in Nottingham Medieval Studies XXXI (1987), pp. 1-16. P: COURCELLE, Histoire littéraire des grandes invasions germaniques, 3ème éd. París, 1964, pp. 208-210 ha puesto bien de relieve el valor de la Getica de Jordanes en la que se quiere vincular a los godos con los escitas. S. TEILLET, Des Goths à la nation gotique. Les origines de l´idée de nation en Occident du Ve au VIIe siècle. París, 1984 se ha ocupado de Casiodoro (pp. 281–303) y de Jordanes (pp.305-334); TEILLET ha notado bien como Casiodoro ha insertado a Teodorico en la sucesión de emperadores romanos (p.281) y como ha introducido hábilmente la idea de nación romano-gótica (p.282), de la cual la Historia Gothorum de Casiodoro sería la expresión historiográfica (p.305) y subraya el carácter de historia nacional de la Getica de Jordanes, derivado de la historiografía romana antigua por intermedio de la crónica tan habitual en el Bajo Imperio (p.306). W. GOFFART, The Narrators of Barbarian History (A.D. 550-800) Princeton, 1988 al ocuparse de Jordanes (pp. 20-111) ha llegado a la conclusión (pp.105-111) de que la Historia Gothorum de Casiodoro era una expresión política del espíritu de la Italia de Teodorico y de que Jordanes transformó su carácter en la Getica para ponerla al servicio del Imperio Bizantino.

(2) Svenska Landskapslagar. Tolkade och förklarade för nutidens svenskar av AKE HOLMBACK och Elias WESSÉN.

(3) Sobre la Gutsaga ver L. WEIBULL, “En forntida utvandring från Gotland”, in Scandia XV (1943), pp. 267-276 ha intentado trazar el fondo arqueológico que se esconde tras la Gutasaga y N. TIBERG, “Utvandringsberättelsen i Gutasagan”, in Gotländskt Arkiv XVIII (1946), pp. 16-47, quien tras la tradición oral y la base documental de la Gutasaga ve en ella la narrcaión de una emigración hacia el Este.

(4) E.C.G. Graf OXENSTIERNA, Die Urheimat der Goten. Leipzig-Stockolm, 1948 sitúa cronológicamente la emigración de los godos de Escandinavia en torno al comienzo de nuestra era y coloca su patria originaria en Götaland (pp. 1-3) mostrando que habían vivido allí dos siglos antes de nuestra era (pp. 174-178) y que la emigración había sido casi total (pp. 179-180); prueba esta última aserción con testimonios arqueológicos (pp. 189-192). Tal emigración estaría motivada por cambios climáticos que habrían repercutido negativamente en las condiciones de vida. Por su parte C. WEIBULL, Die Auswanderung der Goten aus Schweden. Göteborg, 1958 llama la atención sobre el hecho de que Nicolaus Ragvaldi defendió en el Concilio de Constanza la proveniencia de los godos de Suecia (pp. 5-9). Luego R. HACHMANN, Die Goten und Skandinavien. Berlín, 1970 ha mencionado (pp. 276-277) que hay pruebas arqueológicas que se podrían datar hacia el año 100 a.C. que permiten la localización de los godos en la zona oriental del río Vístula, lo que lleva a pensar (p.126 y p.240) que estarían ya en esta zona lo más tarde en torno al comienzo de nuestra era mientras que la existencia de godos en la península escandinava sólo es atestiguada más tarde por Ptolomeo. Por otra parte HACHMANN alude (p.382) a la escasa densidad demográfica de Escandinavia, lo que nos lleva a considerar como figuras retóricas las expresiones de Jordanes vagina gentium y oficina nationum que aparecen en la Getica. E. NYLÉN, “Goterna, Gotland och Gutasagan”, in Arkeologi på Gotland (Visby, 1979) pp. 181-186 afirma que los godos se encontraban ya en el siglo II d.C. en el Vístula y que iniciarían su emigración hacia el sur en el siglo III; NYLÉN atribuye la emigración a un exceso de población. Posteriormente H. WOLFRAM, “Gothic history and historical ethnography”, in Journal of Medeival History 7 (1981) pp. 309-319 ha señalado acertadamente que la gens de la migración no correspondía a ninguna unidad territorial ni a ninguna entidad étnica (p.317).

(5) En este contexto de problemas C. CLAVERIA, “Godos y españoles”, in Estudios hispano-suecos (Granada, 1954), pp. 91-100 refiere que Johannes Magnus, el último arzobispo católico de Uppsala, dedicó libros de su Historia a los reyes visigodos españoles. Esto prueba la continuidad de la idea que se encuentra en otros autores como Saavedra Fajardo o el sueco Sparmenfeldt. Todo esto ha sido sistematizado por el sabio sueco J. SVENNUNG, Zur Geschichte des Goticismus. Uppsala, 1967 con atención al concepto de godos y su difusión (pp. 1-10), a las simpatías que despiertan los godos en los apologistas cristianos (pp. 11-20) y al brillante papel que desempeñaron los representantes de España y Suecia en el Concilio de Basilea (pp. 34-43); SVENNUNG se refiere finalmente en su libro al papel jugado por los sueños literarios de Olaus Rudbeck (p.104). No hay que olvidar las circunstancias políticas de grnadeza e Suecia en las que se originó en el siglo XVII la Atlantica de Rudbeck.

(6) Sobre esta denominación y su oposición a ostrogodos o “godos orientales” ver C.A. MASTRELLI, “Sull´origine e sul nome dei visigoti”, in Archivo Glottologico Italiano XLIX (1946), PP. 127-142. Para la utilización política de las genealogías con objeto de justificar la realeza consultar D.N. DUMVILLE, “Kingship, Genealogies and Regnal Lists”, in Early Medieval Kingship, ed. By P.H. SAWYER and I.N. WOOD (Leeds, 1977), pp. 72-104, especialmente p. 72, y con referencia a Teodorico, el rey de los ostrogodos (pp.93-94).


Autor: J.M. Alonso Nuñez, Universidad de Oviedo, Memorias de Historia Antigua Vol. 15-16.

Jordanes en Bretaña Oxford Journal of Archaeology, Volumen 6 , Número 1 páginas 127-129 , marzo 1987

0 comentarios:

Publicar un comentario