domingo, 3 de mayo de 2015

JORDANES: Historia de los Godos - Capítulo IV.


HISTORIA DE LOS GODOS
CAPITULO IV

Los godos salieron de la isla de Scanzia.—Sus progresos y su
ocupación de la parte de Scitia inmediata al Ponto Euxino.

Supónese que los godos con su rey, llamado Berig, salieron antiguamente de esta isla Scanzia, recipiente de naciones ó vivero de pueblos. En cuanto saltaron de sus naves y tocaron tierra, dieron su nombre al paraje á que acababan de abordar, llamándose todavía hoy, según se dice, Gotiscanzia, Inmediatamente marcharon desde allí contra los ulmerugos, establecidos entonces en las orillas del Océano, los atacaron después de haberse apoderado de su campamento y los arrojaron de las tierras que ocupaban. Poco después subyugaron á los vándalos, vecinos de este pueblo, y los añadieron á sus conquistas; y como el número de los godos había aumentado considerablemente durante su permanencia en aquel país, Filimer, hijo de Gandarico y quinto de sus reyes después de Berig, tomó, al principio de su reinado, la resolución de salir, partiendo á la cabeza de un ejército de godos, seguido de su familia y poniéndose en busca de un país que le conviniese y en el que pudiera establecerse cómodamente, llegando á las tierras de la Scitia, que los godos llamaban en su lengua Ovim. Pero, después de haber gozado de la gran fertilidad de aquellas comarcas, queriendo el ejército cruzar un río por medio de un puente, y habiendo pasado ya la mitad al otro lado, dícese que el puente se derrumbó y ya no pudo ninguno avanzar ni retroceder; porque, á lo que parece, aquel lugar está cerrado por un abismo rodeado de pantanos de suelo movedizo, de manera que, confundiendo la tierra con el agua, parece que la naturaleza ha querido hacerlo inaccesible. La verdad es que hoy todavía se oyen allí mugidos de rebaños y se descubren huellas humanas, según atestiguan viajeros á quienes se puede creer, á pesar de que han oído estas cosas desde lejos. En cuanto á aquellos godos que, bajo la dirección de Filimer, llegaron á la tierra de Scitia, después de pasar el río, como ya se ha dicho, tomaron posesión del país objeto de sus deseos. Después, sin perder tiempo, marcharon contra la nación de los spal¡, pelearon y alcanzaron la victoria. En fin, desde allí avanzaron rápidamente y como vencedores hasta el extremo de la parte de la Scitia que linda con el Ponto Euxino. Así lo refieren en general sus antiguas poesías, casi en forma histórica, y esto atestigua también en su muy verídica historia Ablabio, autor notable que escribió acerca de la nación de los godos, siendo también ésta la convicción de algunos otros escritores antiguos. En cuanto á Josefo, ese historiador tan fiel á la verdad y tan digno de fe, ignoramos por qué, cuando tanto registra los tiempos remotos, guarda silencio acerca de estos orígenes de la nación de los godos que acabamos de exponer. Diremos, sin embargo, que, mencionando á los godos desde su llegada á Scitia, asegura que sé les consideraba como scitas y que se les daba este nombre. Pero ya que acabamos de mencionar la Scitia, antes de pasar á otra cosa, necesario es que la describamos y señalemos sus límites.

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